Este pedagogo nacido en Ucrania en 1888 es el más importante de la Unión soviética y uno de los más señalados del mundo. Su formación en la escuela de magisterio le hacía conocedor de las diversas teorías existentes en materia de pedagogía pero éstas no le sirvieron apenas cuando tras ejercer como director en una pequeña escuela de Poltava se dedicó a educar a niños delincuentes y huérfanos en la colonia Gorki.
Fue esta experiencia la que le ha llevado a ser reconocido como un pionero en la historia de la educación, un hombre que se aprovechó de las circunstancias que le rodeaban para involucrarse en una acción pedagógica basada en el trabajo y la práctica. Rechazaba las teorías de los otros grandes (los que estaban en el “olimpo”) al considerar que no reflejaban la realidad de la enseñanza, quedándose sólo en el papel sin considerar que el acto didáctico es algo meramente práctico.
La colonia Gorki era un lugar en el que las teorías de Rousseau o las de los pedagogos de la Escuela Nueva no tenían cabida debido a las circunstancias. Los niños no eran seres amables y dulces, “buenos por naturaleza”. La colonia Gorki fue lugar de acogida de niños realmente problemáticos: huérfanos, delincuentes, con problemas graves de disciplina...Makarenko vio imposible poder aplicar las teorías de otros pedagogos ante este panorama.
Otro factor a tener en cuenta fue la escasez de medios. La colonia Gorki carecía de materiales y de posibilidades para adquirirlo (la URRS estaba sumida en una dura posguerra), por lo que la pedagogía de Makarenko tenía que adaptarse también a este hecho.
Evidentemente nos encontramos ante una pedagogía que nace de las circunstancias pero esto no le quita mérito, sino todo lo contrario: las teorías de Makarenko no sólo se han quedado en la educación sino que son aplicadas también en el trabajo social.
|